A DESPEDIR EL QUIJOTE ARENA DE LA MEJOR MANERA

A DESPEDIR EL QUIJOTE ARENA DE LA MEJOR MANERA

La previa | José Ángel Fdez. López / @joseafl_ | 09/11/2018

Fotos ACP-FSValdepeñas

Viña Albali Valdepeñas y BeSoccer CD UMA Antequera se reencuentran meses más tarde. Aquel histórico 14 de abril, en el que el conjunto azulón conseguía el ascenso a la 1ª división de la Liga Nacional de Fútbol Sala, fue la última vez en que manchegos y andaluces se veían las caras. Dani Santos, Mimi, Juanan y Nacho Pedraza serían los autores de los tantos locales. Por parte visitante anotaba Juanra para dejar el marcador final en un 4-1 con el que un sueño se hacía realidad en Valdepeñas.

Este encuentro tuvo lugar en el pabellón del complejo deportivo Virgen de la Cabeza. Un pabellón que ya sabemos que estará disponible para el próximo martes 27 de noviembre, en el choque que medirá al conjunto valdepeñero con Movistar Inter. Pero antes toca despedirse del Quijote Arena, la ‘casa provisional’ del Viña Albali Valdepeñas durante el tiempo de reformas en su pabellón.

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Después de medirse a Levante, Jaén, Cartagena y O Parrulo, el siguiente y último rival en visitar el pabellón ciudadrealeño será el UMA Antequera. El equipo que dirige Manuel Luiggi ‘Moli’ seguía los pasos del Valdepeñas en ese ascenso a la máxima categoría. En los playoffs de ascenso, los malagueños derrotaban a Puertollano y Betis. Para su nueva andadura en 1ª han conservado piezas clave que tan buen resultado han dado: Cone, Crispi, Óscar, Miguel Conde o Miguel Fernández. A ellos se han sumado buenos refuerzos, tales como Víctor Arévalo, Nano, Luis García o Saura.

Con el objetivo de lograr el primer triunfo liguero de la temporada, Leo Herrera cuenta con todos sus hombres disponibles a excepción de la baja confirmada de Nacho Pedraza por lesión, por lo que solo quedará un descarte que hasta el momento ha sido siempre en portería.

 

Tres puntos más en juego con los que el Viña Albali Valdepeñas alcanzaría a un UMA Antequera afincado en la 14ª posición y despedirse de su paso por el Quijote Arena con buen sabor de boca, dejando de lado el dicho de que las despedidas nunca fueron buenas.

 

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